Día contra la LGBTIfobia 2019

Actividades del Día contra la LGBTIfobia 2018 de Granada Visible:

Manifiesto:

Hoy, 17 de mayo, la homosexualidad fue eliminada de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990. Esta fue una victoria parcial, pues con su salida entró la transexualidad en los manuales de diagnóstico como patología. 
La despatologización trans, sin embargo, está lejos de acabarse. Las identidades trans, al contrario de la creencia popular, siguen estando recogidas en los manuales de diagnóstico psicológico (DSM y CIE). El camino por la despatologización está lejos de terminarse, por eso el 17 de mayo sigue siendo necesario. La psicología y la medicina, a día de hoy, siguen optando por las terapias de conversión para personas trans, atentando contra su libre autodeterminación de género y sobre el derecho más básico de todos: el derecho a ser y a desarrollarse plenamente. Por eso hacemos hincapié en la importancia de desterrar el discurso patologizador y estigmatizante en torno a las identidades trans*: que deje de hablarse de “incongruencias” entre sexo y género, lo que pone el centro en la genitalidad y no se despega de la “disforia” de género. 
Este 17 de mayo es muy necesario por la violencia y discriminación que seguimos sufriendo las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales en todo el mundo. Hablemos de algunas cifras clave, que en marzo de 2019, la entidad internacional ILGA hizo públicas: en 70 Estados miembros de la ONU se siguen penalizando las relaciones homosexuales. La pena de muerte a homosexuales se impone en 6 Estados miembros de la ONU. En 4 de ellos (Irán, Arabia Saudita, Yemen, Sudán) se aplica en todo el Estado; en 2 (Somalia, Nigeria) se aplica sólo en provincias específicas. Hay otros cinco Estados (Pakistán, Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Mauritania) en los que esa pena sigue siendo posible. 32 Estados tienen leyes que restringen la libertad de expresión en cuestiones de orientación sexual e identidad de género, y 41 Estados plantean barreras para la formación, el establecimiento o el registro de ONGs relacionadas con la orientación sexual y el género. 
Este día también es en honor de todas las personas LGBTI en el mundo para recordarles que estaremos apoyando siempre y dando visibilidad a su lucha por la libertad en todos los aspectos. Por ello, exigimos políticas efectivas de acogida a personas LGTBI+ refugiadas y solicitantes de asilo. Además, mostramos nuestra solidaridad con el pueblo palestino y denunciamos el pinkwashing (lavado rosa) del estado de Israel. ¡NO EN NUESTRO NOMBRE!
Sin embargo, todos los derechos conseguidos hasta ahora peligran ante el avance de partidos de ultraderecha que con su discurso de odio a las personas LGBTI pretenden hacernos retroceder en derechos y legitimar nuestro sufrimiento y exclusión en la sociedad.
En Andalucía, el Observatorio Andaluz contra la LGTBIfobia registró durante el año 2018 y lo que llevamos de 2019, 328 incidentes de odio en toda la comunidad autónoma, siendo el 29% de los casos agresiones físicas. El miedo a denunciar es lo más común frente a estos casos: el 65% de las víctimas de delito de odio no denuncia cuando sufre una agresión.
En materia de derechos LGBTI+ en España aún queda mucho que hacer. Actualmente sólo 4 comunidades autónomas (Andalucía, Madrid, Valencia y Aragón) prohíben expresamente las terapias de conversión para curar la homosexualidad; terapias no respaldadas por la comunidad científica, ni por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) ni por el Colegio Oficial de Psicólogos en España, y que atentan contra los Derechos Humanos. 
Estas terapias producen graves consecuencias negativas a nivel psicológico en las personas que se someten a ellas al utilizar métodos aversivos, convirtiéndose en experiencias traumáticas. Esto puede producir sintomatología similar al trastorno de estrés post traumático y altos niveles de ansiedad. Además también producen problemas a nivel físico, ya que algunos tratamientos extremos utilizan métodos que implican dolor corporal.
Aunque no están permitidas en Andalucía las terapias de conversión, se siguen realizando de forma clandestina. Granada no se escapa de esta vergüenza. Hace poco periodistas de eldiario.es descubrieron que a través del colectivo sectario Verdad y Libertad, el médico granadino M. Á. S. C. realiza este tipo de terapias en Madrid, Barcelona, Italia, Valencia y ¡Granada! Tres o cuatro semanas al año acuden sus distintos grupos a la casa del médico M. Á. S. C. en Granada. Antiguos miembros de Verdad y Libertad califican sus terapias como más duras, aversivas y crueles que las que ofrecía el Obispado de Alcalá de Henares en Madrid. Exigimos que sea investigado y sancionado, como ya está haciendo la Generalitat Valenciana. 
A pesar de la existencia de leyes andaluzas para proteger los derechos de las personas LGBTI+ aún se da cabida impunemente y se normalizan discursos que sólo aumentan la discriminación y exclusión a las personas por su orientación sexual o identidad de género. El propio Arzobispo de Granada sigue en su cargo a pesar de las denuncias puestas por el Observatorio contra la LGBTIfobia por sus mensajes homófobos. 
La Universidad de Granada mientras se pone la medalla de abanderados de la inclusión y defensores del colectivo, permite que se produzcan actualmente conferencias de entidades como el Foro de la Familia, organizadas por el Seminario J. H. Newman, que legitiman el discurso de odio al colectivo LGBTI+ y que profesores de la UGR, como Manuel Gurpegui del departamento de psiquiatría, utilicen sus clases como método para difundir sus discursos homófobos, transfobos y estigmatizantes sin ninguna repercusión negativa por sus actos.
Por todo ello, reivindicamos la aprobación de la Ley de Igualdad LGBTI estatal y la Ley Trans Integral y así se proteja a todas las personas independientemente de donde residan y que se apliquen verdaderamente las leyes existentes y no se queden en papel mojado, dejando de ser una forma más que utilicen los partidos políticos e instituciones para promocionarse y usar el sufrimiento de las personas LGBTI+ para lucrarse de ello. 
No somos marionetas a las que usar con fines propagandísticos ni para legitimar a la ultraderecha. Somos personas que exigen dejar de ser excluidas y discriminadas en nuestra sociedad. Tanto las lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales siempre estaremos defendiendo nuestros derechos, ya que si no lo hacemos nuestro propio colectivo, nadie lo hará. Quien quiera quitarnos nuestros derechos y legitimar el discurso de odio nos tendrá siempre enfrente luchando por nuestra libertad.

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